Al acostarse lanzó
“Cuando
quiero esconderte alguna cosa
la
guardo en el cajón de las verduras
de la
nevera porque sé que ahí
jamás
vas a encontrarlo.
Da
igual. Tampoco te vas a acordar…”
Cuando me desperté al día siguiente
me acerqué silencioso a la nevera
y encontré dos naranjas y una nota:
"Me
alegra que mejore tu memoria.
Feliz
aniversario.
Hazme
un zumo."
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